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Gloria

Intervención temprana: trabajando el apego

Intervención temprana: trabajando el apego

Es muy importante cuidar el desarrollo afectivo y social del niño durante la infancia. Existen factores de riesgo que pueden conducir a un déficit que incida en el tipo de apego que se irá formando.

Para ayudar a las familias a reconducir sus prácticas como padres y madres, existen diferentes MODELOS DE INTERVENCIÓN:

-INTERVENCIÓN CENTRADA EN EL APOYO: basada en el apoyo a las madres, bien mediante consejos, participación en grupos de autoayuda o ayudas domiciliarias. Su ventaja reside en el hecho de que proporcionan un apoyo que funciona como base de seguridad al que acudir en caso de dudas o problemas.

-MODELO DE ORIENTACIÓN EVOLUTIVA: el objetivo es aumentar el conocimiento de los padres acerca de los momentos evolutivos más significativos del primer año de vida de los niños. Pero su limitación es que esta información es general, no teniendo en cuenta ni las peculiaridades evolutivas de cada niño en concreto ni las características específicas de cada familia.

-MODELO DE ORIENTACIÓN RELACIONAL: se intenta ayudar a las madres a mejorar su conocimiento y las experiencias con su hijo en el contexto de la interacción espontánea. Es más individualizado y flexible que el modelo anterior. Las conductas de interacción madre-niño observadas ("falta de impliacación", "forzada", "dominante", "implicada", "reconocimiento", "imitación", "elaboración y desarrollo", "compromiso amplio") se irán modificando y mejorando mediante la ayuda del especialista.

-APROXIMACIÓN PSICOTERAPÉUTICA: en ella se trabaja con las experiencias tempranas reprimidas, los sentimiendo asociados a esas experiencias y las posibles consecuencias negativas en las nuevas relaciones de la madre.

-PSICOTERAPIA GUIADA POR EL NIÑO: en este modelo el niño sí que participa activamente en la sesión. Se usa la técnica "Observar, Esperar y Admirar" durante sesiones de juego niño-madre para analizar el tipo de relación y poder mejorarla y modificarla con la guía del especialista.

Por último, como algunos CONSEJOS PARA LOS PADRES Y MADRES enunciados respetando la teoría del apego destaca lo siguiente:

- Percibir adecuadamente las señales del niño: las familias deben percibir la existencia de necesidades no solo físicas, sino también afectivas y sociales, para así darles respuesta.

-Interpretar correctamente las demandas del niño: se tiene que actuar de modo paciente y receptivo para entender, del mejor modo, lo que el niño necesita en cada momento.

-Responder puntualmente a las peticiones del menor: útil para que el niño asocie su petición con la respuesta obtenida por parte de los padres. Una vez vaya creciendo, se debe ir haciendo entender al niño que, en ocasiones, deberán aplazarse esas respuestas por parte de los padres, pero siempre dando explicaciones razonadas del por qué.

-Ser consistente en sus actuaciones hacia el niño: no se debe ser arbitrario y variable en la forma de actuar con el niño, pues esto puede crear una incertidumbre que conlleve a la inseguridad.

Tras leer el texto del que he extraído esta previa síntesis me he percatado aún más de la gran importancia que la familia desempeña durante la infancia de su prole. Las experiencias mencionadas acerca de, por ejemplo, los diferentes comportamientos que las madres tenían con sus hijos durante una sesión de juego resalta el hecho de que... evidentemente, "nadie nace sabiendo" y que, aunque ya lo había escuchado yo muchas veces a la gente, veo más cierto aún el "se va aprendiendo a ser padres", "no se si seré un buen padre / una buena madre".

En mi caso personal, intentando no caer en la subjetividad, considero que el afecto, cuidado y atenciones que, para conmigo y con mi hermana, mis padres han ofrecido, han sido muy adecuadas. Leyendo los "consejos a las familias" mi familia ha seguido esas pautas normalmente durante el periodo de mi infancia y posterior niñez .

Pero... es cierto que mucha gente tendrá, a pesar de buena voluntad (también es cierto que hay personas que no la tienen) graves problemas para comunicarse o establecer relaciones de afecto con sus hijos. Quizá en muchos casos eso puede venir determinado por sus experiencias previas personales: el tipo y calidad de sus relaciones afectivas, el vínculo de apego establecido con sus seres queridos...

Sin embargo, como bien dice el texto, todo se puede trabajar, y los diferentes modelos de intervención propuestos me parecen adecuados. La pena es que quizá muchas familias que necesitarían seguir este tipo de terapias... no lo hacen, bien por desconocimiento y desinformación, bien por falta de interés. Ojalá se diera más difusión a este tipo de servicios.

1 comentario

Alejandro -

Hola

Me alegro de que expongas todas estas opciones posibles de intervención. Como ves son muchas las posibilidades.

Creo que ya te darás cuenta de la perspectiva sistémica que vamos construyendo. Espero que podamos profundizar un poco más en ella en las próximas semanas.

Cuando digo "perspectiva sistémica" me refiero en pensar los fenómenos atendiendo a y respetando su complejidad. El apego no se forma sólo indivualmente, depende de todo un conjunto de relaciones, de interacciones, de personas. El apego emerge de todo ese sistema. El incluir a la familia hace esto más patente. Muchas veces la psicología del desarrollo tiene una perspectiva muy individual y es un sesgo a considerar. Aunque ya tenéis una asignatura de familia, algo de esto incluiré más adelante, sobre todo en la adolescencia para mi es fundamental. NO sólo en la adolescencia pero sobre todo en la adolescencia este tipo de cuestiones viene bien. Dentro de poco veremos también la relación entre padres e hijos, os dejaré unos textos sobre esto. El pensamiento sistémico también tiene que ver con ir más allá, con establecer conexiones entre diferentes elementos, hipótesis, teorías, situaciones. Integrar, sintetizar más allá de elementos particulares. No es sencillo.

Bueno, seguiremos con todo esto, esta misma tarde.

Un saludo

Alejandro