"Fresas salvajes", un acercamiento a la vejez
Una vez que ya he explorado “Las reflexiones sobre el ciclo de vida del doctor Borg”, escrito por Erikson y una vez que ya se ha debatido ampliamente en clase, con otros compañeros, acerca de la película (su significado, sus posibles implicaciones, su simbología...) me veo con una visión muchísimo más amplia que la que tuve al terminar de ver el film en clase, cuando incluso creí que la última imagen mostrada no era el fin de ésta, si no que había algo más, quizá una secuela.
Es curioso cómo a veces vemos algo y nos quedamos “tan panchos”, sin darle más vueltas a la cabeza y cómo, después de leer sobre ello, reflexionar y comentarlo con personas que cuentan con diferentes perspectivas, nos percatamos de miles de detalles que pasaron desapercibidos.
Sí, en “Fresas salvajes” se nos muestra el camino metafórico del Doctor Borg hacia su cercana muerte.
Es un camino situado en dos planos:
-Realmente nuestro protagonista se desplaza a un lugar físico, a Lund (lugar donde se producirá un acto que, de alguna manera, además del cierre de una larga vida profesional puede suponer quizá también, el broche a una vida terrenal) y durante ese viaje le ocurren determinados acontecimientos (muy relacionados con el viaje mental que cito a continuación: diferentes personajes de diferentes edades podrían estar ayudándole a rememorar sus diferentes etapas).
-También ese viaje supone un recorrido mental (mediante sueños y recuerdos) por las diferentes fases de su desarrollo, desde la infancia hasta su edad actual.
Me parece interesante, aunque como digo al principio no capté ni la mitad de alusiones y relaciones de significados patentes en la película, como se representa la última de las crisis que, según Erikson, una persona supera: un barrido rápido a su vida que, aunque sea triste, parece no darle una idea demasiado satisfactoria de sus años pasados y de sus comportamientos con la gente que, supuestamente, quería.
Es Marianne, personaje clave en la película, que acompaña al protagonista de principio a fin, el personaje que más me ha gustado, pues parece ser la que le “provoca”, la única que, tras una larga vida, parece no tener miedo ni reparo en decirle lo que piensa y la que quizá le ayuda a proseguir esa tarea de “integración” que ha comenzado a llevar a cabo.
Por último, con respecto a la intriga que ha causado el título, “Fresas salvajes”, parece que cuento por fin con una explicación que me satisface. Como dice Erikson, las fresas silvestres, desparramadas por el suelo, pueden relacionarse con una de las etapas de la vida: la adultez joven, la búsqueda de la intimidad. Es en esa escena cuando Sara, la prometida de Isak, se intenta negar ante la evidente atracción física que siente por el hermano de éste y, cuando al fin “cae en la tentación”, esto supone la ruptura definitiva con ese Isak tan enigmático para ella: tan recto, tan religioso, tan falto de pasión. Esas fresas salvajes hacen referencia a uno de los estadios del desarrollo, “Intimidad” VS “Aislamiento” (incluso “Identidad VS Difusión de Identidad”) que el pobre Isak no superó adecuadamente y que, unida a los anteriores estadios que probablemente, tampoco superó, conducen al posterior desarrollo de su vida tal y como fue.
1 comentario
Alejandro -
Creo que ya te dije en el foro que me gustaba mucho esta síntesis a partir de la película.
Lo que quería destacar aquí es eso que indicas al comienzo de tu escrito, en relación a cómo sólo al elaborar el contenido empezáis a ver elementos que antes pasaban desapercibidos. ¿Tendrá algo que ver eso con un cambio evolutivo? Lo que antes era ruido, de repente se organiza diferentemente, y se conviente en información potencial. Se comienzan a hacer distinciones donde antes no había nada. Es de lo más interesante.
Un saludo
Alejandro