El sesgo en nuestra vida cotidiana
¿Qué son las creencias sesgadas?
"Las personas demuestran mantener creencias sesgadas al considerar más lógicas las conclusiones que corroboran sus opiniones. Así, esas creencias preexistentes distorsionan el razonamiento lógico, ya sea haciendo que las conclusiones erróneas parezcan válidas, ya sea convirtiendo en erróneas las conclusiones válidas"
"Existe una tendencia a aferrarse a las ideas iniciales, incluso después de desacreditar la base sobre la que se sustentan".
Curioso que habláramos del sesgo en la clase de "Procesos Psicológicos Básicos" porque... nos dimos cuenta de que... todos vivimos "sesgados", en mayor o menor medida.
Está claro que toda persona tiene ciertas opiniones o ciertas creencias cuya veracidad defiende con mayor o menor intensidad. Pero independientemente de esa intensidad también es cierto que a todos nos gustan "estar en lo cierto" y que esto a veces nos lleva a creer, de hecho, que es incuestionable que nosotros estemos en lo cierto, desatendiendo las opiniones, juicios o creencias del resto y defendiendo nuestra posición de manera a veces no sustentada ni lógica.
Como ejemplos de cómo el sesgo está presente en nuestras vidas: ¿qué decir de las disputas mantenidas entre forofos de equipos de fútbol rivales en los que una misma jugada es la noche y el día según quien la interprete? ("¡fue falta!" / "eso no te lo crees ni tú"); ¿qué pasa con las versiones que diferentes cadenas televisivas ofrecen de una misma noticia de la actualidad política?
¿Podemos evitar estar sesgados? ¿Podemos controlar este "sesgo" para que no se convierta en algo que realmente nos condicione y nos haga mantener conversaciones o discusiones "de sordos"?
1 comentario
Alejandro -
Aún es pronto para decir lo que me gustaría decir sobre este tema, pero es fundamental. Ser conscientes de nuestros sesgos implica cierto nivel de conciencia. Ser capaz de manejarlos, de no estar SUJETOS a ellos, implica otro nivel de conciencia. Volveremos a tratar esto más adelante, te lo prometo.
Un saludo
Alejandro