Que nadie duerma...
Tras dos hermosos regalos en forma de ópera... aquí queda "Nessun dorma", un aria de la ópera de "Turandot", de Giacomo Puccini.
No sé que tiene, no sé porque hace que se me encoja algo por dentro, que vibre, no sé porque estoy llorando "como una tonta" delante de la pantalla.
Un salón de ópera precioso, cuidadosamente iluminado. No hay público. En la platea, los músicos. Los violines suaves y él delante, en medio, de etiqueta, sintiéndolo.
¿Y... quién es él...?
Él es Paul Potts, un bonachón vendedor de móviles británico que se presentó a un programa "cazatalentos" porque... creía que tenía algo que ofrecer. Tras las escépticas expresiones del jurado, que no esperaba nada de un "hombre de la calle" que pretendía cantar ópera, ni más ni menos, todos los presentes quedaron conmocionados, como yo me quedo cada vez que lo veo.
Atención a cómo van cambiando las caras de jurado y público; atención al momento de mayor apogeo; atención a las lágrimas de la gente...
4 comentarios
Gloria -
Qué tal todo? Sí, debe ser que estoy un poco aprimaverá, jaja, y muy viajera también.
Benja, no conocía a Susan Boyle, y la he buscado en youtube, gracias! Me ha encantado. Es exactamente el mismo caso.
Alejandro, la verdad es que no sé bien qué fue de este hombre, pero por el vídeo en la ópera... no le debió de ir muy mal :P A mí lo que más me revolvió por dentro, y aunque estoy de acuerdo en la sensiblería de la que muchas veces se aprovechan los medios de comunicación (al fin y al cabo... es lo que vende, guste o no), fue precisamente el contraste: un hombre más allá de los cuarenta, poco agraciado, vendedor de móviles, pero con un sueño, y un grupo de personas que se veía con la potestad de mirarle por encima, de dedicarle sonrisas y muecas desdeñosas. Las imágenes de lo que ocurrió después están basadas en el sensacionalismo, quizá de nuevo la historia de un patito feo que se convierte en cisne, lo que puede suponer la esperanza, para algunos, de salir de la mediocridad o la infelicidad. A mí me pareció una lección para esos arrogantes jueces, también para el público (que, aún siendo de la calle se mofaban de aquel donnadie que se subía a un escenario a hacer, previsiblemente, el ridículo) pero creo que para todos los que puedan conocer una historia como esta. Al fin y al cabo... todos somos crueles en ocasiones.
Al pensar en esta historia me pregunto qué papeles jugaban los status del hombre, de los jueces y de la audiencia y cómo estos status pudieron ir modificándose (¿el balancín?). También me da por pensar en qué medida podía haber voluntad/intencionalidad/conciencia por parte de Paul Potts: ¿había previsto cómo le iban a tratar de primeras? ¿de dónde sacó la valentía para enfrentarse a lo que, presumiblemente, esperaba? ¿sabía cuál iba a ser la reacción de la gente al escucharle? Y posteriormente: ¿cuál fue su reacción ante lo ocurrido? ¿Regodeo por la victoria? ¿dulce y fría sensación de venganza hacia quienes le infravaloraron...? No tengo ni idea, pero curiosamente, lo que yo vi en él, a través de esos fragmentos cortados y pegados al antojo de un productor televisivo (eso no lo olvido) fue... humildad, sencillez como tú decías.
*Sí, apabullante le va como anillo al dedo :)
Alejandro -
la verdad es que también a mi me ha emocionado escucharlo y verlo. Sobre todo me gusta su concentración, está muy centrado. Me gusta también su sencillez, en contraste con la condescendencia inicial del jurado, ¿no? Y aunque es un trozo, la verdad es que impresiona. Me hubiera gustado que la cantara completa. El resto no me gusta tanto, lo del público y los primeros planos. Es innecesario, la música emociona por sí sola. Forma parte de la sensiblería de este tipo de programas. Eso no me gusta tanto, pero es un tema mío. Simplemente no me lo creo tanto. Sí al público, que no puede esperar hasta el final. He estado revisando otras interpretaciones, y curiosamente, la reacción inicial del público es similar, ovación cerrada. El aria es apabullante (este adjetivo le va bien, ¿no?)
¿Ganó el concurso? ¿cómo sigue este hombre? De nuevo, me gusta su sencillez sin mayores pretenciones, eso es lo más complejo para mi. Claro, desde ahí el contraste es mucho mayor.
Gracias por compartirlo
Alejandro
carmen2c -
Ya veo que no soy la única que utiliza las mañana de domingo para viajar por blogilandia.
un abrazo
carmen
Benja -
Algo parecido me sucedió a mí al ver la Susan Boyle, bueno a mí y otros tantos. Solo verlo y la impresió que causan sobrecogen las emociones de uno mismo.
Gracias.