Buscando el rumbo...
Hay días en los que el sol luce más, sales a la calle y el aire huele a un "nosequé" que te hace sonreir, te enfrentas a tus tareas con ganas, con fuerza, como si te fuera la vida en ello. Muchos sueños e ilusiones corretean por la mente porque... ¡ se pueden hacer tantas tantas tantas cosas...! incluso se te acelera el pulso, porque parece que no habrá tiempo suficiente.
Hay días en los que te duele el cuerpo, te duele la mente y te duele aquello otro. Los sueños anteriores parecen no tener tanto brillo, se vuelven borrosos, pareciendo inalcanzables. Cada pequeña cosa es... ¡una montaña enorme que escalar! te preguntas por qué las personas nos metemos en faenas que nos exigen una responsabilidad a la que a veces parecemos no estar en disposición de responder... Tus decisiones en el pasado asustan a las que están por venir, que huyen despavoridas.
4 comentarios
Gloria -
tienes toda la razón del mundo. Los días... son los mismos pero... yo no soy la misma. Supongo que como recurso estilístico o porque es más fácil a veces decir las cosas de forma implícita, camuflada... he usado "los días" para representar las diferentes percepciones que yo, dependiendo de... a estas alturas no se bien dependiendo de qué (cada día veo más complejo el curso de los pensamientos y los sentimientos, de las actitudes hacia el mundo), como iba diciendo, soy yo la que dependiendo de ese "algo" que cambia de rumbo, me siento diferente en cada momento.
Supongo que lo de priorizar los días es una manera de crear la ilusión que mencionabas: una especie de "yo no tengo control sobre lo que ocurre, a mí me viene así dado" y evitar sentir responsabilidades en el cambio del rumbo cuando no sabes cómo hacerlo.
Muchas gracias por este comentario, de verdad te lo digo, porque refuerza lo que yo ya estoy pensando hace tiempo.
Gloria -
gracias a tí por la estela que estás dejando en mi blog.
La verdad es que en un principio el tema de la abducción a mí también se me presentó algo lejano, pero lo curioso es que, partiendo de los ejemplos... me pregunto ahora por qué nadie nos había hablado de este tipo de inferencias, porque yo personalmente... hago decenas de ellas!!! (ahora que les puedo poner nombre, claro, jeje). Supongo que son la "deducción" y la "inducción" los más manejados en el lenguaje cotidiano, pero no por ello los más utilizados por las personas.
Sí, una brújula... creo que necesitamos todos, al menos para confiar en que hay algo que puede ayudarnos a seguir navegando.
Un beso!
Alejandro -
Gracias de nuevo por este blog que nos estás regalando. Me gustó esto que escribiste, escueto y claro, directo.
Me llamó la atención eso de "hay días que... y otros qué...". Como le decía a María en su blog, muchas veces necesitamos especificar A para diferenciarlo bien de B y notar las diferencias, y entonces ir más allá.
Lo interesante de los días A y de los días B, es que ambos los vives tú. Sin embargo hablas de los días y no tanto de ti, o al menos no hablas de ti directamente, explícitamente, sólo implícitamente. De esa manera parece (y es una ilusión curiosa) que todo depende de los días, de que sea un día A o B. Y todos sabemos, los lectores y la escritora, que no es tanto así. Pero me llamó la atención de ese priorizar los días pero no tanto a los que los vive, a quien les da sentido y no sólo reacciona a los mismos.
Esto es un aspecto fundamentalmente evolutivo como iremos viendo.
Un saludo
Alejandro
Paloma -
El día 16 parece que ha sido un día muy fértil, uno de esos dias en los que una no sólo coge la brújula si no también el timón y contra viento y marea toma el rumbo que desea.
A navegar, Gloria, seguiremos tu estela.
Paloma.