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Gloria

Atendiendo a estímulos

Atendiendo a estímulos

Cuando nos comunicamos... ¿en quién solemos centrar la atención?

 

Desde luego, y a pesar de que resulte paradójico si tenemos en cuenta lo preocupadas que las personas estamos en la reacción que producimos en los demás, los primerizos en esto de la exploración comunicativa centramos gran proporción de la atención en nosotros mismos.

 

Sería lógico pensar que fijarnos en nuestra ejecución nos dará pistas de valiosa utilidad a la hora de autorregularnos. Pero... ¿no es asimismo una fuente de información incalculable la que recibimos del exterior?

 

Si colapsados por los nervios nos convertimos en concienzudos analistas de nuestras interpretaciones, si no alzamos la mirada y buscamos las reacciones que en los demás provocamos... ¿no nos estaremos dejando algo por el camino?

 

Clase de Habilidades Sociales. Primera sesión. Segundo ejercicio.

 

“Súbete a la tarima, no te sientes, no hables (nadie dijo: “no te comuniques”) y... aguanta el tipo lo mejor que puedas” podrían haber sido, en clave de humor, las instrucciones que introdujeron lo que para mí supuso una situación en la que se hizo evidente lo difícil que se hace un aparentemente “no hacer nada”. Me expuse a una audiencia sin palabras que pronunciar y eso me hizo inferir que sin nada que transmitir.

 

Como más tarde se dejó caer, se pretendía que, separándonos de nosotros,  atendiéramos al resto, a los demás, pero yo seguí atendiendo a mí misma: a mis inseguros movimientos, a una incipiente vergüenza, al “¿qué hago yo aquí?”.

 

Fue un primer intento. Como dice una conocida argentina, “no hay drama”. No hay drama pero sí la toma de conciencia de que, en el campo de la comunicación, entrenar cuidadosamente la percepción es importante.

 

Hagamos lo que hagamos, de nuestro alrededor surgirán decenas de reacciones, estímulos más o menos brillantes. Lo que hay que hacer es... empezar a prestarles atención para, más tarde, intentar descifrarlos.

2 comentarios

Gloria -

Querida numinosa... : )

Me gusta lo que dices de la toma de conciencia. Me pregunto hasta qué punto tomamos conciencia de muchos de los procesos en los que nos movemos, de muchas de las cosas que ocurren a nuestro alrededor.

Tomas conciencia de tu necesidad de comunicarte y... ahora que hemos vuelto a hablar, indirectamente (¿?), de los órdenes de Kegan en “Habilidades Sociales”, me hago otra pregunta: ¿en qué medida, el orden de conciencia en el que te encuentres, se relaciona no sólo con tu forma de concebir a y relacionarte con los demás, sino también con la manera en que captas tus propios entresijos...? ¿qué ocurre con los que, al no tener esa necesidad, no requieren cubrirla...?

Gracias a ti por removerme los hilos con tus impresiones!

Bicos.

Paloma -

Antes de nada...Gracias por todo.

Leo atentamente la información plasmada en tu blog y me pregunto:

¿Por qué siento la necesidad de plasmar mis impresiones sobre las impresiones que has escrito?

Me respondo:

Porque sus impresiones generan en mi otras impresiones o las mismas y además pensamientos y ganas de decir lo que me sugieren.

Tomo conciencia de la necesidad que siento de comunicarme. Lo siento en mi propia piel y creo comprender mejor como deben sentirse aquellos que por alguna razón no pueden lanzar el mensaje sobre sus impresiones acerca del mundo y por tanto, no tienen la oportunidad de cubrir esa necesidad.

¿Será ésto aprovechable desde algún punto de vista para vivenciar la empatía o la empatía es sólo un caerse bien?¿Puedo comprender al otro "notando" un mi mismo?

Cada día me hago unas preguntas más trascendentes. Me vais a llevar entre todos a la "numinosidad"jajaja

Besiños.
Paloma