El día de la foto, Milton Erickson y el método científico
Mucetas (¿o eran mufetas...?), togas, becas y birretes (españoles o americanos, según el gusto) se extienden por doquier. Un par se está colocando una corbata ya anudada en torno a la camisa (blanca para la ocasión), otra se coloca una toga de finísima tela que a mí me recuerda más a los estudiantes de Hogwarts que a los universitarios de hoy en día, otra se sienta en la silla, frente a la cámara... Algunos rezagados intentan hacerse comprender por la organizadora: taitantos, monísima y de peluquería pero con poco tacto en esto del trato al público.
Algún grupito comenta de lejos la jugada, mientras que nuestro equipo audiovisual, cámara en mano, inmortaliza tan curioso momento, recibiendo las sonrisas de unos y las muecas de otros, más preocupados por adecentarse ante el objetivo de otra cámara, la que captará un rostro que perdurará “por los siglos de los siglos”.
En los primeros minutos de una larga tarde de estudio contamos con la visita de un foráneo que no lo es tanto y que, tras su correspondiente foto, se queda por la sala con expresión divertida. Y es que “el día de la foto”... puede dar para mucho.
Tic, tic, tic... una hora y pico antes.
Entro a clase y hay algo diferente. Al menos nuestras caras... todas relucientes, bien “maqueadas”, factor común. Alejandro se da cuenta, y entre nosotras hay referencias al tema (“¡qué guapa estás!”, “¿qué te has hecho en el pelo?”). Para unas más importante, para otras menos, lo que sí está claro es que el día de hoy, o lo que va a ocurrir en el día de hoy, ha influido de alguna manera en nuestra rutina, aunque hayan sido los cinco minutos de más que, ante el espejo, hemos dedicado. En cuanto a los chicos, dos, su apariencia destila, y sus palabras luego confiesan, la escasa repercusión de lo que en un par de horas acontecería. Aún así... bajo el jersey y el chaleco llevan una camisa... blanca... yo no digo nada. ¿Hasta qué punto aunque no queramos, aunque no deseemos, aunque no nos importen, los diferentes eventos sociales que se van desarrollando, influyen en nuestras decisiones...?
El día de hoy es algo diferente y Alejandro lo va a aprovechar, lo va a utilizar, siguiendo la estela de lo que un día desarrolló Milton Erickson. ¿Qué es “utilizar” en el campo en que nos estamos moviendo? Es trabajar con lo que hay, con lo que está presente. Rescatar algo que en un principio podría ser una distracción, un impedimento a los planes que teníamos, para dar un giro inesperado: el abrupto escalón convertido en deslizante rampa.
Como bien se dice, dentro de un contexto puede haber muchos contextos, y si no somos conscientes de esto a la hora de trabajar con personas... malo. El día de hoy es... “diferente”; de hecho... ¡Es el “día de la foto”! Algo nos ha movido a tenerlo en cuenta y recalcular nuestra ruta. El día de hoy, frente a otros, lo que para mí tiene de peculiar es que puede estar influyendo en todos y cada uno de nosotros, como grupo. Otros días cada uno llega a clase “con su historia”, y su manera de reaccionar ante lo que allí pase, o su manera de captar la realidad que se vaya creando, podrá venir influida por diferentes factores (físicos, psicológicos, emocionales...), más o menos circunstanciales. Hoy contamos con esas “historias” previas y propias de cada uno, pero también con un estímulo común. ¿Por qué dejar que nos distraiga y nos aleje de lo que se había preparado para la sesión de hoy cuándo puede convertirse en eje vertebrador...?
Al sensei le gusta mucho hablarnos de exploración, y creo que ya está más que clara la diferencia entre esta manera de abordar cualquier aspecto de la vida y el proceso de búsqueda.
Hoy vamos a explorar (qué coherente) el día de la foto.
Y este día de la foto tiene una gran ventaja. Dotará a nuestro proceso de exploración de un carácter único. ¿Qué pasa si además de imaginar... experimentamos? No se nos presentan muchas ocasiones así, al menos no solemos hacernos conscientes de ellas (no es lo más común que nos planteemos este tipo de ejercicios retrospectivos).
Hablaremos de lo que ha significado para nosotros este día, de lo que ha influido en nosotros, de las expectativas que tenemos (¿fundadas en experiencias previas? ¿fundadas en meras conjeturas?) y... en menos de dos horas podremos experimentar lo esperado.
Cuando procesos de este tipo se hacen conscientes nos parece obvio que será entonces cuando podremos darnos cuenta de si lo imaginado y lo ocurrido tienen algo qué ver.
Si trasladamos lo recién dicho a un plano más... “profesional”, podemos decir que vamos a convertirnos en auténticos investigadores. Yo creo que en lugar de toga negra, esa tarde a alguno se le verá con bata blanca... queremos poner a prueba nuestras hipótesis.
Las alternativas, tres: verificar, falsar (¿no recuerda esto al método científico?) y, por último, y algo arriesgado... ir más allá.
Como vemos, verificar no da mucho más a nuestra visión del mundo. Nuestras expectativas, para bien o para mal, se cumplen y el factor sorpresa no hace aparición.
Sin embargo, falsar es más útil... se presenta una discrepancia que puede ser objeto de cuestionamiento (¿qué ha ocurrido? ¿por qué no ha pasado lo que esperaba? ¿qué factores han propiciado que la situación se haya desarrollado de esta manera?...). Y esto me recuerda a aquello de que las “experiencias negativas”, si las encaramos, son las que más posibilidades nos dan de crecer...
Tener una vida previsible, en la que todo ocurre tal y como hemos planeado... puede ser un remanso de tranquilidad, pero además de aburrida, ¿qué nos aporta? ¿nos hace pensar? ¿nos hace plantearnos (y replantearnos) cosas? ¿nos hace mejorar...?
En cuanto a lo de ir más allá... yo entiendo que puedes ir más allá ya verifiques o ya falses algo. Creo que es atravesar la superficie de certidumbre para hacerte preguntas. Las cosas han salido como esperabas, las cosas no han salido como esperabas, pero... ¿por qué?
11 comentarios
Alejandro -
Gloria -
graciasss.
Es curioso esto de los santos. La mayoría de personas parece no tener, al menos es lo que ocurre en mi familia en general y lo que ocurría en mi caso en particular hasta hace unos años, cuando mi devota abuela andaluza dijo que... evidentemente... "el sábado de gloria" del señor... era mi día!! :)
Dessde entonces, y este año no ha sido menos, nos tomamos unos pastelitos a mi salud! jaja.
Besos grandes.
Paloma -
Alejandro -
Lo del Sensei es como lo de "tu papá", que sólo hay uno, ja..
Es un tema mío. Además, mi relación con este término, incluyendo mi relación con Paco, es bastante peculiar y particular. Tampoco es similar a la que pueden tener otros, no coincide mi relación con la que tiene Isidro, por ejemplo. Creo, Paloma, que entenderás a lo que me refiero si lo conectas con la carta que te dejé, esa de "deconstruyendo a Vicente" por llamarla de alguna manera. Con este tema me doy cuenta de más cosas, así que gracias a las dos por mostrármelo, sin saberlo.
No sé, es un tema que me da que pensar. Pero probablemente mejor es hablarlo que escribir sobre ello. Por la cantidad de matices.
Un saludo
Alejandro
Gloria -
para mí también es una delicia formar parte de esta relación virtual de forma geométrica indefinida, pero de temperatura cálida, que nos hace pulular de un lado a otro en busca de nuevas ideas.
Eso es, yo usé el término sensei con un cariz cariñoso, entrañable, pero no se me paré a pensar, si soy sincera, en los pequeños matices de significado que a esa palabra rodeaban en el contexto de donde provenía. Cuidemos el lenguaje!!! :)
Besitos.
Gloria -
sí, creo que me comentaste algo de Use su cabeza para variar (me hace gracia porque el título, tan en clave de humor, podría hacer pensar que es un libro de estos panfletistas, jaja), y lo he visto por Internet. Era de Bandler, ¿verdad?
Ah! tranquilo por el volumen I, pero muchas gracias, lo tengo ya encargado, así que en espera de que me llamen.
Sí, me ha encantado el del violinista precisamente porque no en muchos sitios se transcriben casos, con la ventaja de que además se hacen breves incisos para explicitar estrategias/actitudes de terapetua y paciente que, a simple vista, los inexpertos dudo que percibiéramos.
Sí, por favor, pásanos cosas del modelo de lenguaje de John en esa carpeta de materiales extra! :)
Saludos.
*¿¿Qué hacías tú despierto a esas horas?? jaja
Paloma -
Visitar tu blog es una delicia. La verdad ...seguirte en general de un blog a otro lo es (Ya he paseado por el blog de David)
Me siento un poco responsable del descoloque por el término sensei.
Cierto es, que Alejandro me ha dicho al menos dos veces que no le llame así. Es evidente que para nosotras el significado de esa palabra es como maestro entrañable, alguien a quien se respeta y se admira pero es nuestro significado(creo) Probablemente, como dice Alejandro lo estamos descontextualizando. Empiezo a entenderlo con los comentarios de las personas que escriben en el blog de A. utilizando ese término contextualizado.
Bueno, intentaré también cuidar el lenguaje (como sugería David)
Besos
Paloma
Alejandro -
La Estructura de la Magia I es mi libro favorito de PNL, junto a este II y Use su cabeza para variar (qué buen título).
Creo que lo tengo, fotocopiado, no lo sé ahora. Si es así te lo pasaré. Se ha reeditado muchas veces, no creo que sea difícil de encontrar. Creo que se ha superado bastante, pero fue la base de todo, cuando la PNL ni siquiera se llamaba PNL, y no se había convertido en un negocio. Los negocios no sólo amenazan las sesiones de fotos para orlas ;)
Gracias por lo que dices de las lecturas, me alegro. El texto más directamente relacionado con lo que hemos estado haciendo es el del violinista, sobre todo para que veáis un ejemplo de intervención, para que constatemos lo complejo que resultan o pueden resultar este tipo de situaciones. El mundo de los significados es muy complejo.
En la asignatura de Counselling del Master de Secundaria, voy a tratar en mucho más detalle el modelo del lenguaje de John, que desarrolló el que iniciaron Bandler y Grinder. Ya os pasaré más cosas sobre esto.
Sobre lo del nombre de sensei, sempai, llámame cómo quieras. El descoloque vino inicialmente por usar unas ·etiquetas· de otro contexto en el nuestro.
Ah... ¿pero qué hacías despierta a las 1:29? ;)
Seguimos hoy con todo esto.
Un saludo
Alejandro
Gloria -
Sobre tus impresiones del día de la foto. La verdad es que no estaba entre mis expectativas tener que lidiar con los bruscos modos de una comercial psicópata, jaja, pero eso me gustó porque ya suponía, al menos, una razón para falsar.
Yo tampoco creo que sea malo (malo/ bueno, mal/bien...) ir más allá en este curso, en esta asignatura o en este tema en particular! Así que adelante, tanto en las sesiones como a través de los divertimentos (ya sean, si somos estrictamente formales, obligatorios u opcionales). Genial El violinista ansioso y gracias por el corte de La estructura de la magia II.
*Ya tengo este volumen en casa, pero me está resultando difícil conseguir el primero, y ya sea por lógica absurda (de esa que me autoimpongo a veces) o lógica "útil", no lo quería empezar hasta que leyera el primero! jeje.
Saludos!
Gloria -
lo primero... mil perdones. No sé cómo he podido cometer el garrafal error de llamarte sensei cuando en realidad eres, y gracias a ciertos nuevos adictos a tu blog sé, ¡un sempai! : )
Ya en serio... después de superar el breve descoloque que he sufrido tras leer acerca de tu descoloque al leerme, puedo pasar a dar una explicación sobre mi utilización de ese término para referirme a ti. Aunque en realidad... en tu interesante proceso de dilucidación y reencuadre ya lo has ido entresacando. Creo que no era una broma pero tampoco era algo estrictamente serio (al menos no tan en serio como intuyo que para ti puede ser utilizar este título). Lo he utilizado, tras estos últimos días de intensas lecturas sobre todo lo que dio de sí la sesión de Paco, como símil a lo que sobre todo Isidro y tú comentabais de vuestro maestro. Cuando hablabais de él decíais que producía en vosotros sensaciones que tú produces en muchos de nosotros, que creaba tipos de entornos(salvando las distancias, el contenido obviamente no es el mismo, pero sí algunas de las formas) de algún modo comparables a los que vivimos en tus clases. Por supuesto, no pretendía infra/sobre valorar el término al cambiarlo de contexto, ni dejar caer que fueras de sensei por la vida, jejeje, ni, huelga decirlo, ¡abochornarte! Pero creo que eso, ahora, ya lo sabes.
Para futuras ocasiones, puedo obviar el término pero, como bien dices... lo haría sujeta a tu interpretación acerca del uso que yo le doy! Ja!
Besos.
Alejandro -
Buena síntesis.
Me pareció que el contexto comercial que subyacía al día de la foto, no encajó muy bien con la idea que tenían muchos. Sumado a la poca sensibilidad de la encargada del "negocio fotográfico". O eso o eran las opciones que había que seleccionar y descartar. Puede que todo eso no estuviera incluido en las expectativas de algunos/as. Es una impresión tras el breve tiempo que estuve.
Ir más allá (allendear) es más complejo que verificar y falsar. Es necesario antes conocer dónde están los límites de lo que conocemos, entonces podemos ir más allá. Por eso viene bien verificar y falsar. Podríamos extender mucho más esto, pero probablemente iría más allá ;) de los objetivos de este curso, lo que por otra parte, no significa de por sí que sea algo malo.
Espero que esta semana nos sirva para recolocar muchas ideas que para muchos estarán sueltas.
ah... tuve un pequeño descoloque al leerte. ¿Por qué sensei? ¿por qué me llamas sensei? ¿es una broma? ¿lo haces en serio? Me doy cuenta, cuando lo leo que mi significado de sensei va probablemente más allá del cariz que le quieres dar. Primero reacciono pensando que no es apropiado que me llames así en este contexto. Segundo pienso que yo no soy un sensei de nada, que no me considero a la altura de ese calificativo. Tercero me siento un poco abochornado por ese concepto. Cuarto pienso que probablemente es sólo una broma tuya, una manera cariñosa de referirte a mi y eso reencuadra el significado de todo lo anterior. Te iba a pedir que no me llamaras así, que me da vergüenza que me llames así. Pero si te lo digo estoy descontextualizando tu propósito al decirlo, interpretándolo desde el mío. Y me equivoco probablemente. Es curioso como un nombre puede sintetizar tantos significados.
Un saludo
Alejandro